¡Transformar la guerra contra el narco en guerra civil revolucionaria!

 

La única salida posible contra la militarización y paramilitarización.

Declaración de la sección mexicana de la CCRI, 20 de septiembre de 2024.

La guerra contra las drogas ha vuelto a aumentar su intensidad. Las clases oprimidas de México están viviendo una nueva ola de violencia como no se había visto desde 2019. Si bien el terror nunca ha cesado en una u otra región a la vez desde que Calderón declaró esta guerra, cada cierto tiempo se deja ver un incremento en la violencia de manera generalizada en el país.

Mientras las élites de la política burguesa se mantienen enfrascados en luchas intestinas por reformas que en el mejor de los casos son completamente inútiles para las clases oprimidas (como la reforma judicial) [1] o absolutamente reaccionarias (como la reforma militar y la reforma a las tierras comunales), el país está en llamas, y bajo el asedio constante de grupos paramilitares.

Son muchas las evidencias de que esta guerra fue impuesta desde los Estados Unidos para acelerar ciclos de acumulación capitalista, a la vez que se mantiene un control geopolítico sobre la región centroamericana para favorecer la industrialización mediante la expropiación violenta de tierras comunales, el desplazamiento de pueblos, y un control del lucrativo negocio del narcotráfico. Todo este aparato imperialista de terror es cobijado bajo un discurso de supuesto combate a grupos delictivos y bajo una serie de acuerdos y tratados como la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN), el Entendimiento Bicentenario (antes conocido como Iniciativa Mérida), el Proyecto Mesoamérica (antes llamado Plan Puebla-Panamá), y el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC). [2]

Todo esto también tiene relación con la rivalidad imperialista de Estados Unidos y la Unión Europea con China y Rusia, pues con ella los Estados Unidos busca impulsar el near-shoring, mientras controla el paso migratorio de los países pobres de América Latina que son oprimidos por esta potencia imperialista, en busca de tener mejores condiciones para competir con China particularmente. Esto es algo que incluso el mismo AMLO ha promovido. [3]

Para el proletariado mexicano es obvio que la violencia inició a raíz de la movilización de las fuerzas armadas y no al revés. Desde entonces, la consigna popular era exigir el regreso de los soldados a sus cuarteles y sacarlos de las calles. AMLO era uno de los que levantaba esta consigna, e incluso fue una promesa de campaña hacerlo después de tan solo 6 meses de gobierno. Sin embargo, una vez que fue electo presidente, cambió radicalmente su discurso a uno que le lavaba la cara al ejército. Súbitamente, el poder militar se convirtió en un pilar de su gobierno, y sacarlos de las calles se convirtió en algo impensable. Ahora, al final de periodo, la SEDENA y la SEMAR son las dos piernas del gobierno mexicano, mientras que los grupos delictivos se hacen más fuertes y causan más terror en la población.

Como sucedió en Michoacán en 2006 y en el norte del país en 2008, en Chiapas la violencia comenzó a raíz de la llegada de los militares. Varios municipios han enfrentado desplazamiento forzado desde 2019, cuando el gobierno movilizó a la mayor cantidad de efectivos del ejército y Guardia Nacional, supuestamente para combatir el narcotráfico. Sin embargo, a pesar de que Chiapas sufre de la presencia de paramilitares que asedian de manera esporádica a comunidades zapatistas desde 1994, para todos era sabido que la violencia en ese estado no estaba relacionada con la guerra vs las drogas. La primera prueba fue que la tarea con la que se estrenó a la Guardia Nacional fue la represión de migrantes para evitar su paso por territorio mexicano hacia los Estados Unidos, pero un año más tarde, se desbordaría la violencia en municipios fronterizos como Pantelhó y Chicomuselo, donde de repente aparecieron supuestamente células del Cartel de Sinaloa y del Cartel Jalisco Nueva Generación.

En Pantelhó, los pobladores denunciaron que después de la llegada del ejército y la Guardia Nacional, el cacique llamado Austreberto Herrera comenzó a tener más fuerza y más armas, causando el terror en el municipio con todo un ejército paramilitar conocido como “Los Herrera”. Como respuesta a esto, y en particular, por el asesinato del activista Simón Pedro Pérez, surgió el grupo de autodefensas conocido como “El Machete”, con el apoyo de 38 comunidades indígenas de la región. El Machete mantiene la tradición comunitaria de usos y costumbres en la que eligen a sus representantes, así como una tradición organizativa desde el zapatismo. Al momento del surgimiento de este grupo de autodefensas, estos fueron acusados de secuestrar a 19 personas, y a raíz de eso, han enfrentado el hostigamiento de las autoridades de Pantelhó, del Estado de Chiapas, y por el ejército. En los medios de comunicación se les ha señalado como otro “cártel” en disputa por la plaza. En junio pasado, un grupo de los autodefensas fue emboscado por los Herrera, quienes dispararon desde el cerro hacia el palacio municipal, provocando que muriera un hombre desarmado. Sin embargo, el ataque que duró horas resultó sin efecto y los autodefensas resultaron ilesos. Al día siguiente, soldados emboscaron a tres miembros de El Machete y los asesinaron. El comunicado oficial dice que los miembros de las autodefensas dispararon primero, como es costumbre cuando el ejército busca criminalizar a sus víctimas.

Este es solamente un ejemplo del papel que juega el ejército mexicano en esta guerra imperialista contra el pueblo. Lo mismo ha pasado en Ostula, Michoacán y en la región de la montaña de Guerrero, donde las autodefensas y policías comunitarias son constantemente hostigadas tanto por los grupos paramilitares, como por los militares mismos desde 2007 a la fecha.

Por más que se insiste en que el Estado mexicano deba abandonar esta guerra, la realidad es que a las élites económicas y políticas les interesa mantenerla tal y como está, y, por el contrario, buscan ampliarla lo más posible. La militarización creciente da prueba de ello, y no existe ninguna perspectiva a que esta política de Estado retroceda. Este incremento en el aparato militar no es exclusivo de México, pues otros países han optado por aumentarlas atribuciones y el presupuesto a sus fuerzas armadas para supuestamente combatir la delincuencia y el “terrorismo”, tanto en el continente americano como en Europa, en donde también se están preparando para una guerra imperialista contra Rusia y China.

Es por eso que no podemos esperar que el Estado mexicano resuelva esta situación con sus instituciones armadas, pues precisamente esta guerra es una política de Estado, por lo que la única alternativa que el proletariado mexicano y las clases oprimidas de nuestro país tienen es seguir el ejemplo de las autodefensas y las policías comunitarias. Es tarea de los revolucionarios impulsar la creación de grupos de autodefensas en todo el país para combatir no solamente a los grupos paramilitares que nos han sometido en el terror desde hace 17 años, sino también a todas las fuerzas imperialistas que mantienen esta guerra contra el pueblo, incluyendo a las fuerzas armadas mexicanas, quienes solamente defienden los intereses de la clase gobernante.

¡Transformemos la guerra contra el narco en una guerra civil revolucionaria!

¡Por la formación de grupos de autodefensas y policías comunitarias en todo el país!

¡Abajo la intervención imperialista disfrazada de combate a las drogas!



[1] Sobre esto, ver en Jorge Arboleda: El “Plan C” de AMLO y el engaño de la democracia burguesa, 19 de junio de 2024, https://ccrimexico.blogspot.com/2024/06/el-plan-c-de-amlo-y-el-engano-de-la.html

[2] Sobre esto recomendamos leer varios trabajos, entre los que están: Rubén Jaramillo: La crisis de seguridad y violencia de la 4T ¿Cómo la enfrentamos?, diciembre de 2019, https://ccrimexico.blogspot.com/2024/02/la-crisis-de-seguridad-y-violencia-de.html; Jorge Arboleda: La DEA revela que investigó a AMLO por posible financiamiento del Cartel de Sinaloa, 7 de febrero de 2024, https://ccrimexico.blogspot.com/2024/02/la-dea-revela-que-investigo-amlo-por_7.html; por el mismo autor: El narco vs Morena en Guerrero: Una falsa dicotomía, 31 de julio de 2023, https://ccrimexico.blogspot.com/2023/07/el-narco-vs-morena-en-guerrero-una.html; Elecciones sangrientas en México. 36 candidatos a cargos públicos asesinados, 31 de mayo de 2024, https://ccrimexico.blogspot.com/2024/05/elecciones-sangrientas-en-mexico-36.html; Detención de “El Mayo” Zambada. Lo que esto nos dice de la “guerra vs las drogas”, 1 de agosto de 2024, https://ccrimexico.blogspot.com/2024/08/detencion-de-el-mayo-zambada-lo-que.html; Chiapas bajo asedio. Paramilitares siembran terror en el sur de México bajo complicidad del gobierno, 22 de agosto de 2024, https://ccrimexico.blogspot.com/2024/08/chiapas-bajo-asedio-paramilitares.html. Asimismo, recomendamos libros de investigadores como Dawn Marie Paley: “Capitalismo Antidrogas” y “Guerra Neoliberal”; también ver Oswaldo Zavala: “Los Cárteles No Existen” y “La Guerra en las Palabras”

[3] Ver sobre esto en: Aristegui Noticias: Planteará AMLO tres propuestas a Biden para unificar América (video), 22 de diciembre de 2022, https://aristeguinoticias.com/2212/mexico/planteara-amlo-tres-propuestas-a-biden-para-unificar-america-enterate/?fbclid=IwAR1bjrFiPnAnFDWt8sgNhHw2QV5Vgii4D8hoRxFjmptTfFiLgMOu3d4AyPQ  

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