Acuerdo de Gaza: Una nueva
etapa en la lucha de liberación con peligros y oportunidades
¡No al desarme de la
resistencia! ¡Gaza no debe convertirse en un protectorado
estadounidense-sionista! ¡Avanzar en la Revolución Árabe! ¡Continuar e intensificar
el boicot global a Israel!
Declaración de la Corriente
Comunista Revolucionaria Internacional (CCRI), emitida conjuntamente por la
Liga Socialista Internacionalista (Sección de la CCRI en Israel/Palestina
Ocupada) y el Buró Internacional de la CCRI, 10.10.2025, https://the-isleague.com/ y www.thecommunists.net
1. ¿Cómo deberían evaluar el
Acuerdo de Gaza los socialistas y activistas pro-Palestina? Si bien aún no se
conocen todos los detalles del acuerdo, la información disponible deja claro
que refleja la extremadamente desventajosa relación de fuerzas entre la
resistencia palestina y uno de los ejércitos más poderosos del mundo.
2. Sin duda, es una noticia muy
bienvenida para el pueblo palestino que el genocidio, con sus interminables
bombardeos y masacres, esté terminando (por ahora). Asimismo, es un avance
positivo que el ejército israelí se retire de muchas zonas urbanas (aunque no
de todas). Sin embargo, no hay que olvidar que continúa ocupando, al menos
durante la primera fase del acuerdo, el 58% de la franja. Además, la
resistencia intercambiará a los prisioneros de guerra israelíes por 250
prisioneros palestinos que cumplen cadena perpetua, además de 1.700 gazatíes
arrestados desde el 7 de octubre de 2023, incluyendo a todos los niños y
mujeres. Por cada rehén israelí cuyos restos sean liberados, Israel liberará
los restos de 15 gazatíes muertos. Lo que aún no está claro es si la
resistencia podrá liberar a figuras emblemáticas palestinas como Marwan
Barghouti, Ahmad Sa'adat, Hassan Salameh o Abbas al-Sayed. ¿Podrán liberar a
los miembros encarcelados de Al-Nukhba, la valiente fuerza de élite de las
Brigadas Al-Qassam?
3. Dada la extremadamente
desventajosa relación de fuerzas, resulta aún más notable que el ejército
israelí no haya logrado destruir a Hamás, a pesar de su enorme superioridad
militar y dos años de masacres sin precedentes que destruyeron la mayoría de los
edificios en la pequeña franja. Sin embargo, el acuerdo es malo. El monstruo
sionista sigue ocupando más de la mitad de la franja y la historia ha
demostrado en numerosas ocasiones que puede romper el acuerdo en cualquier
momento cuando se sienta lo suficientemente fuerte y seguro.
4. Sin embargo, los mayores
peligros están por venir. Trump, con el apoyo de otras grandes potencias,
quiere transformar Gaza en un protectorado sionista-estadounidense. Asimismo,
exige el desarme de la resistencia palestina y el despliegue de tropas extranjeras,
principalmente de países árabes y musulmanes (la “Fuerza Internacional de
Estabilización”). El objetivo de dicho plan sería liquidar la resistencia
contra la ocupación sionista y transformar Gaza en un protectorado liderado por
Trump y Blair y controlado por tropas extranjeras y sus sirvientes palestinos
(como la Autoridad Palestina del “presidente” Abbas). En otras palabras, el
objetivo del plan colonial de Trump es imponer lo que Israel no pudo lograr
mediante la fuerza militar: la subyugación del pueblo palestino. Como dijimos
en nuestra declaración "¡Abajo el Plan Colonial de Trump para Gaza!",
este "plan es exactamente lo opuesto a la autodeterminación nacional.
El futuro de los palestinos no lo determinarían ellos mismos, sino una pequeña
camarilla de figuras occidentales y sionistas que buscan aniquilar todos los
elementos de resistencia contra Israel". (https://www.thecommunists.net/worldwide/africa-and-middle-east/down-with-trump-s-colonial-plan-for-gaza/#anker_2)
5. Por el momento, ¿no está claro
si el plan de Trump se implementará y, de ser así, en qué medida? Naturalmente,
existen diversas formas de compromiso posibles; por ejemplo, que Hamás renuncie
a algunas o todas sus armas ofensivas, pero no a las armas ligeras ni a sus
túneles. También será importante ver cuántas tropas extranjeras se desplegarán,
de qué países provienen (más o menos abiertamente hostiles al pueblo palestino)
y qué poderes tendrán. ¿Atacarán a la resistencia palestina o, más bien, "observarán
la situación" como las fuerzas de paz de la FPNUL en el sur del Líbano?
6. Reiteramos que no criticamos a
Hamás por aceptar un alto el fuego desventajoso para la resistencia. La
valentía de la resistencia durante los últimos dos años ha escrito una epopeya
heroica que ha inspirado y seguirá inspirando a generaciones. ¡Pasará a la
historia como una de las mayores batallas del tipo "David contra
Goliat"! Incluso un experto del think tank imperialista occidental
International Crisis Group admitió: "[Hamás] ha dado ejemplo a todo el
mundo árabe. Libraron una guerra que nadie creía capaz de librar, a pesar de
que el coste fue muy alto". Es evidente que las facciones y el pueblo
palestino en su conjunto necesitan un respiro para reconstruir sus fuerzas. Sin
embargo, sería absolutamente ilegítimo y una traición flagrante aceptar el
desarme y colaborar con el protectorado sionista-estadounidense. Significaría
que Hamás seguiría los pasos de la OLP tras los Acuerdos de Oslo de principios
de la década de 1990.
7. Resulta revelador que Rusia y
China, los dos principales rivales del imperialismo occidental, hayan expresado
públicamente su apoyo al plan colonial de Trump. El ministro de Asuntos
Exteriores ruso, Lavrov, calificó el plan como "la mejor opción
actualmente sobre la mesa" (TASS, 8 de octubre). Asimismo, el portavoz
del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Guo, reaccionó positivamente al
plan ("China acoge con satisfacción y apoya todos los esfuerzos que
conduzcan a la distensión entre Palestina e Israel", Global Times, 30
de septiembre). Este apoyo al plan de transformar Gaza en un protectorado
sionista-estadounidense demuestra una vez más que Rusia y China no son
alternativas "progresistas" al imperialismo occidental. ¡Son, más
bien, potencias imperialistas reaccionarias y enemigas de los pueblos
oprimidos!
8. Un análisis de la situación
actual debe tener en cuenta no solo la situación en la propia Gaza, sino
también la situación regional e internacional. Como hemos señalado
repetidamente, el 7 de octubre ha provocado a nivel mundial el mayor movimiento
antiimperialista desde la guerra de Vietnam hace medio siglo, con millones de
personas marchando en las calles de todos los continentes. Los estibadores de
varios puertos se niegan a manipular cargamentos israelíes. En Italia,
sindicatos militantes, e incluso la reformista CGIL, organizaron recientemente tres
huelgas generales en solidaridad con Palestina. Los valientes activistas de la
flotilla Global Sumud, que intentan romper el bloqueo israelí contra el hambre,
inspiraron a millones de personas en todo el mundo. La mayoría de los gobiernos
occidentales, aliados leales del estado colono sionista, se han visto
obligados, bajo presión popular, a reconocer oficialmente al Estado palestino.
Incluso entre los judíos estadounidenses, cuatro de cada diez creen que Israel
está cometiendo genocidio, mientras que más del 60 % afirma que Israel ha
cometido crímenes de guerra en Gaza. Como resultado, Israel se ha convertido en
un paria internacional, odiado y despreciado por las masas populares de todo el
mundo.
9. Por lo tanto, reiteramos que
la guerra ha generado una situación extraordinariamente desigual. Si bien el
monstruo sionista logró destruir Gaza, matar y herir al menos a una décima
parte de la población palestina y debilitar militarmente a Hamás, sufrió una
devastadora derrota política a nivel mundial. Por cada palestino asesinado,
cientos de miles de personas en todo el mundo se han politizado y movilizado
por la causa de la lucha de liberación.
10. Por todas estas razones, no
sorprende que las reacciones en la opinión pública israelí sean diversas.
Naturalmente, muchos aplauden la devolución de los prisioneros israelíes,
mientras que la extrema derecha denuncia el acuerdo como una "capitulación"
porque Hamás sigue invicto. Pero algunos analistas sionistas con capacidad de
reflexión reconocen el cambio radical en la correlación de fuerzas política
global. Ben-Dror Yemini, un conocido periodista israelí que escribe para el
periódico Yedioth Ahronoth, publicó un artículo titulado "Israel ganó la
batalla, pero perdió la guerra" en el que concluía: "Después de
todo, las armas de Hamás no ganaron en Jabaliya ni en Rafah. Hamás ganó en el
escenario internacional. En los campus, en las redes sociales, en los
periódicos, en los sindicatos". Nadav Shragai, otro analista israelí y
escritor del diario de derecha Israel Hayom, sostiene que el acuerdo "nunca
puede describirse como una victoria completa" y que quienes lo hagan
"capitularán ante Hamás".
11. Es revelador que todas las
encuestas de los últimos dos años muestren que casi ningún judío israelí
califica o se opone a la terrible guerra en Gaza como genocidio, a diferencia
de muchos judíos estadounidenses y europeos. Esto confirma una vez más nuestra
tesis de que los judíos israelíes son una población de colonos privilegiada y
reaccionaria. Solo bajo una presión extrema —por la Revolución Árabe o una
grave derrota militar— un sector de los trabajadores israelíes estará dispuesto
a romper con el sionismo y convertirse en aliado de las masas palestinas y
árabes.
12. ¿Cuáles serán las
perspectivas para la lucha de liberación palestina? En primer lugar, es
importante destacar que la situación sigue siendo muy volátil. Es muy posible
que Netanyahu vuelva a romper el acuerdo y reanude la guerra, como hizo en
marzo. En segundo lugar, si los levantamientos populares se extienden desde
Marruecos a otros países árabes, especialmente a Egipto, esto podría debilitar
a los regímenes cobardes y su determinación de apoyar al Estado sionista. En
tercer lugar, si el movimiento global pro-Palestina logra mantener su poder de
movilización y ejercer una presión masiva sobre los gobiernos occidentales,
podría crearles enormes dificultades para implementar el plan colonial de
Trump. En cuarto lugar, Israel continúa luchando por la hegemonía en Oriente
Medio y podría iniciar otra guerra contra Irán en cualquier momento. (Y más
adelante, se avecina un conflicto militar con Turquía).
13. En este contexto, es
importante tener presente que la situación global actual es fundamentalmente
diferente a la de la década de 1990. En aquel entonces, la situación mundial se
caracterizaba por el colapso de los estados estalinistas, el triunfo del
capitalismo y la hegemonía absoluta del imperialismo estadounidense. Hoy, la
economía mundial capitalista se encuentra en una profunda crisis y las
relaciones globales se caracterizan por la creciente rivalidad
interimperialista entre las grandes potencias occidentales y orientales, así
como por una ola de levantamientos populares. En tal contexto, una
estabilización a largo plazo de la situación en Palestina y Oriente Medio es
imposible. Por lo tanto, incluso si Israel y sus aliados lograran imponer otros
Acuerdos de Oslo, una nueva Intifada los barrería en pocos años.
14. El criterio más importante
para juzgar el resultado de la guerra reside en las consecuencias de estos
acontecimientos para la lucha de liberación, tanto a nivel local, regional como
internacional. Es evidente que el pueblo palestino ha hecho enormes sacrificios
y que su resistencia sufrió un revés militar. De mantenerse el alto el fuego,
no sería sorprendente que el próximo período se caracterizara por centrarse en
la reconstrucción de las vidas en Gaza e incluso que existiera cierta oposición
a la lucha armada entre sectores de la población. La situación se agravaría si
se despliega una Fuerza Internacional de Estabilización o si Hamás acepta el
desarme. También es probable que el movimiento global pro-Palestina no mantenga
el altísimo nivel de movilización si se mantiene el alto el fuego. Sin embargo,
estos retrocesos temporales no anulan los logros históricos de los últimos dos
años. La Guerra del 7 de octubre y el movimiento global pro-Palestina han
impulsado la causa de la lucha de liberación en la conciencia de amplios
sectores de las masas, tanto en el mundo árabe y musulmán como a nivel mundial.
Asimismo, el sionismo y sus aliados imperialistas nunca han estado tan
desacreditados.
15. Para avanzar en la lucha por
la libertad, es crucial extraer las lecciones correctas de los últimos dos
años. Entre ellas, ha quedado clarísimo quiénes son los verdaderos amigos y
quiénes son los falsos. Los regímenes árabes son marionetas de las potencias
imperialistas que no se atreven a enfrentarse a Israel. Cuando el pueblo
palestino necesitó su ayuda, estos regímenes se negaron a unirse al boicot a
Israel, a romper el bloqueo (¡Egipto en la frontera de Rafah!) o a librar una
guerra contra el monstruo sionista. Están dispuestos a enviar tropas… ¡solo
para proteger a los palestinos en Gaza y a Israel de la resistencia! Seamos
claros: las tropas extranjeras en Gaza son bienvenidas con una sola condición:
que se sometan al mando palestino para luchar contra la ocupación sionista.
16. Asimismo, la dirección
reformista del movimiento obrero internacional ha traicionado al pueblo
palestino. Muchos burócratas se han negado a oponerse al Estado sionista, y
quienes se opusieron al genocidio generalmente se negaron a organizar huelgas y
boicots efectivos. Solo en las últimas semanas, tras dos años de genocidio
transmitido en directo por internet, algunas direcciones sindicales han optado
por realizar huelgas limitadas.
17. También hemos visto los
límites del nacionalismo estrecho. La CCRI y la LSI siempre han apoyado la
heroica lucha armada de la resistencia palestina y seguirán haciéndolo. Sin
embargo, no se puede ignorar que la política nacionalista de centrarse
únicamente en Palestina no ha logrado movilizar a las masas árabes. Hamás, la
Yihad Islámica y otras facciones combinan la lucha militar con la construcción
de alianzas con regímenes árabes burgueses (por ejemplo, Turquía, Catar, Irán)
en lugar de construir un frente internacional de las masas oprimidas. Sin
embargo, mientras las masas coreaban en las calles que querían "ir a
Palestina a luchar contra los sionistas", los regímenes árabes y
musulmanes seguían protegiendo a Israel. Hoy, estos regímenes incluso presionan
masivamente a Hamás para que acepte el acuerdo colonial de Trump. ¡Las masas
árabes solo pueden acudir en ayuda si derrocan a los tiranos y abren las
puertas a la marcha hacia Jerusalén!
18. La tarea ahora es construir
un nuevo liderazgo para las luchas futuras: un liderazgo antiimperialista,
internacionalista y revolucionario. Dicho liderazgo debe comprometerse a luchar
por la destrucción del estado terrorista sionista y su reemplazo por una Palestina
libre y roja desde el río hasta el mar. Este sería un estado palestino
laico y democrático que permitiría a todos los refugiados regresar a sus
hogares. Al mismo tiempo, garantizaría la igualdad de derechos culturales y
religiosos para todos los ciudadanos (incluida la minoría judía). Debería ser
una república obrera y fellahin como parte de una federación socialista de
Oriente Medio. Dicho estado será el resultado de la combinación de la lucha
de resistencia palestina con la Revolución Árabe que derroque a los tiranos y/o
una severa derrota militar del estado sionista.
19. Un nuevo liderazgo apoyaría
el levantamiento juvenil en Marruecos y lucharía por el derrocamiento de la
monarquía reaccionaria y prosionista. Se esforzaría por expandir la lucha y
revivir la revolución árabe para que los tiranos fueran reemplazados por
gobiernos obreros y feudales que se esforzarían por expropiar a los codiciosos
superricos y a los monopolios extranjeros, y por expulsar al Estado sionista y
las bases militares de las grandes potencias de la región.
20. Un nuevo liderazgo lucharía
para expulsar a los líderes corruptos y prosionistas de los sindicatos y
partidos obreros. Organizaría una campaña efectiva de boicot y huelga contra
todas las corporaciones e instituciones sionistas y se esforzaría por expulsarlas
de sus países.
21. La CCRI y la LSI llaman a
todos aquellos que comparten nuestra perspectiva de una lucha internacionalista
y antiimperialista a unir fuerzas para construir un nuevo liderazgo. Lo que
necesitamos es un nuevo partido revolucionario, tanto a nivel nacional como
internacional. Como demandas inmediatas en la situación actual, proponemos las
siguientes consignas para los activistas en Palestina, Israel e
internacionalmente:
* ¡Retirada total de las
tropas israelíes de Gaza!
* ¡“Todos por todos”!, es
decir, ¡un intercambio de prisioneros israelíes por prisioneros palestinos!
* ¡No al desarme de la
resistencia palestina!
* ¡No al protectorado
sionista-estadounidense en Gaza! ¡Solo los palestinos decidirán sobre su
gobierno!
* ¡Continuemos la campaña de
boicot contra Israel!
* ¡Revivamos la Revolución
Árabe!
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