Pakistán-India: “Hay un
ambiente prerrevolucionario en ambas partes de Cachemira”
Entrevista con Mehnatkash
Tareek (Grupo simpatizante de la LIT-CI en Pakistán), 31 de mayo de 2025
Nota del editor: A
continuación, publicamos una entrevista con un destacado compañero de
Mehnatkash Tareek (Movimiento Obrero, grupo simpatizante de la LIT-CI en
Pakistán, https://mehnatkashtareek.org)
sobre los recientes acontecimientos en Cachemira y el conflicto entre India y
Pakistán. Los camaradas publicaron, junto con New Wave (Mazdoor Inquilab, grupo
simpatizante de LIT-CI en India (https://newwavemaha.wordpress.com),
una declaración sobre el último enfrentamiento. (Véase https://newwavemaha.wordpress.com/2025/05/11/statement-on-the-terror-attack-in-kashmir/;
https://litci.org/en/statement-on-the-terror-attack-in-kashmir/)
Para consultar la declaración de
la CCRI sobre el último conflicto entre India y Pakistán, véase https://www.thecommunists.net/worldwide/asia/no-to-the-reactionary-warmongering-between-india-and-pakistan/.
Se pueden consultar otros artículos sobre el conflicto actual en una subpágina
especial de nuestro sitio web: https://www.thecommunists.net/worldwide/asia/collection-of-articles-on-the-liberation-struggle-in-kashmir/.
* * * * *
Pregunta: Hola, camarada,
gracias por dedicarnos tiempo para esta entrevista. ¿Podría resumir brevemente
su opinión sobre la situación en Cachemira?
Respuesta: Estimado
camarada, se puede decir que está surgiendo una situación prerrevolucionaria en
Cachemira tras la exposición de las políticas represivas duales implementadas
por los estados indio y pakistaní. La revocación del Artículo 370 en agosto de
2019, que despojó a Jammu y Cachemira de su autonomía especial, marcó un punto
de inflexión. Muchos cachemires lo interpretaron como un ataque a su identidad
política y autonomía, y alienó a una parte significativa de la población. La
posterior división de Jammu y Cachemira en Territorios de la Unión (Jammu y
Cachemira y Ladakh) bajo un gobierno federal directo ha sido un tema polémico,
y muchos lugareños lo consideran un... Negación de la autodeterminación. Existe
una indignación generalizada por las violaciones de derechos humanos en la
región, incluyendo ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias,
desapariciones forzadas y el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas
de seguridad indias. Las organizaciones de derechos humanos han denunciado
sistemáticamente estas violaciones, que no han hecho más que aumentar en el
contexto militarizado de Cachemira. Las detenciones masivas de líderes
políticos, periodistas y activistas críticos con el gobierno han formado parte
de un intento más amplio de reprimir la disidencia. La libertad de expresión y
la libertad de reunión en Cachemira están muy restringidas, lo que agrava las
quejas de la población local. Cachemira ha sido testigo de un aumento de las
protestas lideradas por jóvenes, que se manifiestan mediante apedreamiento,
desobediencia civil y manifestaciones contra las políticas indias. El
movimiento de resistencia ha cobrado intensidad con los años, especialmente
tras el asesinato de Burhan Wani en 2016, un joven líder militante, cuya muerte
desencadenó protestas generalizadas. Las protestas se intensificaron aún más
después de que India derogara el Artículo 370 de la Constitución india e
impusiera un confinamiento forzoso a la población de Jammu y Cachemira.
Cachemira.
Esta vez, la región ha sido
testigo de un repunte de la violencia, incluyendo un ataque mortal el 22 de
abril de 2025 en el distrito de Anantnag, donde murieron 26 turistas. En
respuesta, las fuerzas de seguridad indias han intensificado las operaciones,
lo que ha provocado numerosas bajas civiles y desplazamientos. Por ejemplo, una
operación de rastreo en el distrito de Kishtwar lleva más de una semana en
curso, con informes de civiles heridos y daños materiales. El aumento de las
medidas de seguridad también ha provocado detenciones arbitrarias y acoso a
jóvenes locales.
Pakistán ha utilizado
históricamente un enfoque multifacético —una combinación de herramientas
emocionales, religiosas, políticas y militares— para mantener a la población
cachemir apegada emocional e ideológicamente a su causa. Esto ha sido
especialmente visible en su acercamiento a Jammu Cachemira (JK) administrada
por la India. Sin embargo, la eficacia y la sinceridad de estos esfuerzos han
sido cuestionadas con el tiempo, especialmente después de que India derogara el
Artículo 370 el 5 de agosto de 2019. Pakistán se posicionó rápidamente como el
"defensor" de los derechos cachemires. Sin embargo, con el tiempo, la
retórica de Pakistán se desmoronó ante los ojos de muchos cachemires, tanto en
las regiones administradas por la India como por Pakistán. El resultado:
Pakistán fue percibido cada vez más como vulnerable, ineficaz y poco sincero.
Un análisis crítico de las
acciones de Pakistán en Cachemira podría resumirse de la siguiente manera:
1. Ninguna acción tangible, solo
retórica
* Diplomacia ruidosa, sin
resultados: Pakistán prometió "hacer todo lo posible" por Cachemira,
pero no hizo nada sustancial.
* Gestos simbólicos: Redujeron
las relaciones diplomáticas con la India, organizaron algunas protestas y
renombraron una carretera. Los cachemires lo consideraron teatral, sin sentido.
* Ninguna ayuda material: Ningún apoyo
económico, político ni logístico llegó jamás desde Pakistán a la población de
Cachemira. (Los cachemires vieron grandes discursos, pero ninguna
solidaridad real).
2. No se logró conseguir apoyo
global
* No se tomaron medidas
internacionales contra India: A pesar de las presiones ejercidas en la ONU, la
OCI y las capitales internacionales, Pakistán no logró siquiera una resolución
ni una condena enérgica de la acción india.
* El mundo islámico se mantuvo
neutral o apoyó a India: Países musulmanes clave como Arabia Saudita y Emiratos
Árabes Unidos mantuvieron vínculos con India; algunos incluso honraron a
líderes indios después del 370.
* Los cachemires lo notaron: La
gente del Valle y de la Cachemira ocupada por Pakistán vio que Pakistán carecía
de influencia internacional real (La campaña global de Pakistán en Cachemira
fracasó).
3. La etiqueta de terrorismo dañó
la credibilidad
* El mundo ve a Pakistán como
parte del problema: Su historial de albergar a grupos militantes (como
Lashkar-e-Taiba y Jaish-e-Mohammed) socavó su autoridad moral en Cachemira.
* India utilizó esto en su contra
con eficacia, presentando a Pakistán como un Estado patrocinador del
terrorismo. * Los cachemires, especialmente las generaciones más jóvenes, están
cada vez más cansados de la violencia y no consideran útil el apoyo de
Pakistán a la militancia.
4. Opresión en la Cachemira
administrada por Pakistán y Gilgit-Baltistán
* Los cachemires en la provincia
de Jammu y Cachemira (AJK) y Gran Bretaña comenzaron a protestar contra el
gobierno opresivo de Pakistán:
- Ausencia de plenos derechos
constitucionales
- Ausencia de control sobre los
recursos naturales
- Represión de la disidencia
* Doble moral expuesta: Pakistán
critica el control de la India en Jammu y Cachemira, pero niega la autonomía y
suprime los derechos en las regiones que administra. ("Quieren liberar
la Cachemira india, pero ya nos han encadenado")
5. Usar Cachemira como moneda de
cambio, no como causa
* Muchos cachemires creen que
Pakistán utiliza la cuestión de Cachemira para fines políticos internos, con
fines militares o para distraer la atención de los fracasos internos.
* La falta de apoyo genuino tras
el 370 reveló que Pakistán está más interesado en "asumir el
problema" que en resolverlo. (Los cachemires se sentían como peones en
el tablero geopolítico de Pakistán).
6. Sin unidad, solo explotación
* Pakistán no logró unificar las
voces cachemires ni apoyar a un liderazgo cachemir de base amplia. * En cambio,
apoya a elementos marginales propaquistaníes o voces extremistas, lo que aleja
aún más a los cachemires comunes.
* Mientras tanto, los líderes
cachemires pro libertad no cuentan con el apoyo de Pakistán, lo que pone en
duda su sinceridad. (“Pakistán no quiere una Cachemira libre. Pakistán
quiere una dividida y controlada”).
Para muchos cachemires hoy en
día, especialmente para los jóvenes, Pakistán ya no es visto como un salvador,
sino como otro ocupante con una cara diferente.
Por lo tanto, tanto las partes de
Cachemira administradas por India como por Pakistán experimentan lo que podría
denominarse una atmósfera prerrevolucionaria, donde profundos agravios
bullen bajo la superficie, especialmente entre los jóvenes. Si bien no hay una
explosión revolucionaria inmediata, el abandono, la represión y el
distanciamiento a largo plazo hacen que la región sea volátil e impredecible.
P: ¿Qué perspectiva
defiende como solución para el pueblo de Cachemira?
R: Una Cachemira soberana
e independiente que no forme parte de India ni de Pakistán. Nuestra postura
colectiva es abogar por una federación socialista unificada de Jammu y
Cachemira.
P: ¿Cuál es su postura
sobre el conflicto entre India y Pakistán?
R: El conflicto entre
India y Pakistán es una de las rivalidades más persistentes y peligrosas
del mundo, arraigada en la historia, las disputas territoriales, el
nacionalismo y las identidades en conflicto. En el centro de la disputa se
encuentra la cuestión de Cachemira, pero la tensión ha evolucionado
hasta incluir enfrentamientos militares, guerras indirectas y disuasión
nuclear.
Las masas de India y Pakistán
deben alzarse juntas para cuestionar el conflicto en curso sobre Jammu y
Cachemira, bajo el lema "Cachemira libre" e instar a sus gobiernos a
invertir el gasto militar en educación, sanidad y desarrollo.
P: ¿Qué opinan las
organizaciones de izquierda sobre la situación en Cachemira y el conflicto con
Pakistán?
R: La mayoría de las
organizaciones de izquierda suelen debatir los derechos de las nacionalidades
oprimidas, incluido el derecho a la autodeterminación, principalmente en
términos de idioma e identidad cultural. Sin embargo, se muestran reticentes e
inconsistentes a la hora de apoyar estos movimientos por motivos materiales y
políticos. A medida que los movimientos nacionales cobran fuerza e impulso, la
izquierda intenta ganar su apoyo. Sin embargo, sigue rechazando soluciones
parciales o incompletas, insistiendo en que el derecho a la autodeterminación,
incluido el derecho a la secesión, solo puede realizarse dentro de una
federación socialista. Irónicamente, dentro de los propios partidos de
izquierda, el mayor obstáculo para un auténtico centralismo democrático es la
falta de democracia interna. Condicionan la situación en Jammu y Cachemira
afirmando que la independencia de Jammu y Cachemira no es posible sin una
federación socialista de Pakistán e India. Subordinan la opresión a la
explotación y, ignorando la cuestión de la opresión, consideran la explotación
misma como una cuestión de clase.
P: ¿Cómo ve la situación
de las minorías étnicas/nacionales en Pakistán (como el pueblo baluchi)?
R: Proponemos un referéndum
para Baluchistán, lo que implicaría la celebración de una votación
democrática donde el pueblo baluchi decida sobre su futuro político: si sigue
siendo parte de Pakistán, busca una mayor autonomía u opta por la
independencia.
P: ¿Cómo ve el conflicto
entre el gobierno y el PTI de Imran Khan?
R: El conflicto entre el
gobierno pakistaní, en particular el establishment, y el Pakistan
Tehreek-e-Insaf (PTI) de Imran Khan ha sido un importante drama político que ha
marcado la historia reciente de Pakistán. Consideramos a Imran Khan como la
oposición al régimen actual, pero de forma crítica, ya que nunca ha presentado
un manifiesto de masas integral que aborde los verdaderos problemas (junto
con cuestiones genuinamente democráticas) del pueblo, empezando por la
superestructura. Nunca se ha pronunciado en contra del FMI, las nuevas
políticas económicas liberales ni el presupuesto militar. En cambio, el PTI ha
organizado protestas y sentadas que han arrastrado a las masas a acciones
inútiles, solo para ser finalmente suspendidas. Esto sugiere que Imran Khan
está controlado por una facción dentro del establishment que utiliza a su
partido en sus conflictos internos. Por eso proponemos que se planteen y
aborden directamente los verdaderos problemas de las masas con los militantes
de su partido.
P: ¿Qué papel desempeña el
imperialismo chino en Pakistán?
R: China financia
proyectos masivos de infraestructura en Pakistán, especialmente en el marco del
Corredor Económico China-Pakistán (CPEC). Gran parte de esta inversión se
realiza en forma de préstamos. Si Pakistán tiene dificultades para pagar estas
deudas, China puede ejercer presión o exigir el control de activos estratégicos
(como puertos, centrales eléctricas o carreteras), lo que limita la soberanía
económica de Pakistán. Las empresas chinas suelen construir y operar
infraestructuras críticas, como el puerto de Gwadar y centrales eléctricas.
Esto significa que China controla importantes vías de acceso y recursos
económicos en Pakistán, lo que le otorga influencia sobre el comercio y la
economía del país. Pakistán podría verse presionado a alinear su política
exterior y decisiones estratégicas con los intereses de China. Por ejemplo,
Pakistán suele apoyar la postura china en temas como Taiwán y Xinjiang, a veces
a costa de su propia flexibilidad diplomática. Pakistán depende en gran medida
del equipo y la tecnología militar chinos, lo que genera dependencia. Esto
dificulta que Pakistán mantenga una política de defensa independiente,
vinculándolo más estrechamente con los objetivos estratégicos de China.
Los proyectos chinos a veces
desplazan a comunidades locales o causan daños ambientales, lo que provoca
disturbios internos. Esto debilita la cohesión social de Pakistán y obliga al
gobierno a equilibrar la oposición local con las demandas chinas.
P: ¿Algún comentario final
que le gustaría añadir?
R: Para nosotros, los
siguientes temas son clave para la estrategia revolucionaria:
Exponer todas las formas de
imperialismo y elitismo, ya sea que se manifiesten en uniformes militares,
lemas políticos o inversiones extranjeras.
* Construir una alternativa
política de masas (con la clase trabajadora como protagonista),
basada en problemas reales: represión, explotación y participación democrática.
* Impulsar la soberanía y la
autosuficiencia —económica, política y social—, rompiendo el ciclo de
dependencia de potencias globales como China o instituciones como el FMI.
* Educar y organizar: la educación
política de base es clave. Sin comprender las estructuras de control, tanto
internas como externas, no es posible ningún cambio significativo.
* ¡Construir la solidaridad
internacional de la clase trabajadora!
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