El gobierno mexicano derrapa
en sus maniobras para administrar la crisis por Teuchitlán
Por Jorge Arboleda, Corriente
Comunista Revolucionaria, 18 de marzo de 2025, www.bit.ly/ccrimexico
Desde que se dio a conocer el
hallazgo de un crematorio clandestino masivo en el Rancho Izaguirre en el
municipio de Teuchitlán, Jalisco, el gobierno mexicano ha tenido que maniobrar
de varias maneras para minimizar el impacto en su administración. Al inicio, el
Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, deslindó al gobierno
federal, mencionando que no era posible que el gobierno local y estatal no
estuviera al tanto de las actividades en ese rancho. Un día después deslindó de
responsabilidad al gobierno municipal y estatal. Tres días después hizo una
declaración en la que decía que no existían indicios de crematorios
clandestinos en el lugar, para contradecirse al día siguiente.
Pocos días después de la noticia
de Teuchitlán, un grupo de buscadoras de desaparecidos en Tamaulipas encontró
lo que llamaron "varios campos de exterminio", cerca de Reynosa,
similares al encontrado en Teuchitlán. La Fiscalía General de Justicia del
Estado de Tamaulipas intervino con un montaje, pues alegó que uno de los
supuestos crematorios clandestinos encontrados por el grupo de búsqueda era en
realidad un crematorio legal, sin relación con desapariciones forzadas. El
gobierno federal replicó lo dicho por la FGJ, diciendo que no había
"campos de exterminio" en Tamaulipas, y que los grupos de buscadores
habían cometido un error. Pero tanto el colectivo Amor por los desaparecidos
como el dueño del crematorio en cuestión aclararon ese asunto, pues dicho
crematorio no fue parte de los hallazgos de dicho colectivo, ni fue parte de la
denuncia de ningún otro grupo de búsqueda, sino que las autoridades inventaron
una falsa denuncia para tapar las demás. Cabe señalar, que los crematorios
clandestinos se encuentran en México por cientos cada año, por lo que es inútil
que el gobierno federal o los gobiernos estatales quieran ocultarlos, pero es
en todo caso un intento de la administración de Sheinbaum de administrar la
crisis a nivel mediático.
Hace dos días, el presidente del
Senado y miembro de Morena, Gerardo Fernández Noroña, subió a sus redes un
video en el que decía que la presencia de 400 pares de zapatos en el Rancho
Izaguirre no significaba 200 víctimas, sino solamente zapatos. Ese mismo día,
Claudia Sheinbaum condenó el conato de enfrentamiento entre los manifestantes
en el zócalo por el luto nacional convocado a ese día, con la policía
antimotines que resguardaba el Palacio Nacional, refiriéndose a los
manifestantes como "calderonistas". Sin embargo, el colmo sucedió el
día de ayer en la noche, cuando circuló un video en el que varios paramilitares
posaban con armas de alto poder, en el que uno de ellos leía un comunicado en
el que aseguraban ser miembros del CJNG y cuestionaba la procedencia y la
legitimidad del colectivo de Guerreros Buscadores de Jalisco, el cual
fue quien dio a conocer el rancho. [1] En dicho comunicado, también aseguraron que
el objetivo de este colectivo era solamente causar pánico, y que en el Estado
de Jalisco no había violencia. Básicamente, el CJNG está replicando la
propaganda oficial, además de que la voz de quien lee el comunicado suena a la
de un soldado del ejército, y las armas que aparecen en dicho video son de uso
exclusivo del ejército, algo que el vocero menciona en ese mismo video pidiendo
disculpas por aparecer con ellas.
Entre periodistas simpatizantes
del obradorismo se especula que el encuentro del Rancho Izaguirre es parte de
una campaña para incitar a que EE. UU. invada México por tener una crisis de
violencia, por lo que acusan de sospechoso todo el tema, y la verdad es que
tienen un punto. Es una realidad que hay situaciones inexplicables en el
hallazgo del Rancho Izaguirre, pues este fue primero encontrado por elementos
de la Guardia Nacional en septiembre de 2024, cuando fue asegurado tras
rescatar a dos personas, pero en ese momento no se hallaron los materiales de
evidencia que los Guerreros Buscadores encontraron a inicios de mes, además de
que cuando la GN publicó fotografías del lugar, este se ve muy diferente a como
fue encontrado en marzo. Cabe señalar, que el colectivo fue siempre acompañado
de autoridades, es decir, que no llegaron solos, sino en constante vigilancia
de la policía municipal, estatal y Guardia Nacional, por lo que las acusaciones
por parte del gobierno (¡y del CJNG!) de que fueron ellos quienes alteraron el
lugar de los hechos es completamente falsa, y si el lugar fue alterado, debió
haber sido por las mismas autoridades que lo encontraron en primer lugar.
Si bien los obradoristas acusan
de que los tiempos políticos son muy convenientes para el discurso de Washington
sobre intervenir en México, la verdad es que esto podría haber sido cualquier
día desde 2007 hasta la fecha, pues les recordamos que desde entonces se
reconocen oficialmente los hallazgos de 5,698 fosas clandestinas hasta octubre
de 2023, cuando estas ese dejaron de contar. Estos obradoristas no dijeron lo
mismo cuando el gobierno de Peña Nieto se tambaleó debido al movimiento de
masas tras la indignación que causó la desaparición forzada de 43 estudiantes
normalistas de Ayotzinapa, ni tampoco cuestionaron la detención de Genaro
García Luna en EE. UU. por sus supuestos nexos con el narcotráfico. Sin embargo,
suponiendo que las sospechas de los obradoristas fueran ciertas, y que existe
una especie de conspiración por parte de alguien para inducir la intervención de
los EE. UU., el gobierno mexicano ya ha demostrado que no tiene la menor intención
de rechazarla más que en el discurso. Cuando la CIA confesó que existían vuelos
de drones espías en territorio mexicano, lo único que hizo el secretario de la
Defensa, graduado de la Escuela de Las Américas, fue decir que esas operaciones
eran con el permiso de México. Suponemos que si Trump invade México será también
con permiso de la Secretaría de la Defensa Nacional.
El gobierno mexicano se encuentra entre la presión del imperialismo yanqui y la indignación de las masas que exigen paz y justicia, pero debemos recordar que en última instancia el horror de la guerra contra el narco es una operación en conjunto entre Washington y el Estado mexicano, y que los grupos paramilitares que aterrorizan el país son básicamente una política de Estado. Ante tal escenario, el pueblo debe organizarse de manera independiente a la clase dominante, para combatir tanto al imperialismo gringo como a sus lacayos en el gobierno mexicano. Seguir los ejemplos de las policías comunitarias en la montaña de Guerrero así como en Ostula, Michoacán y Pantelhó, Chiapas, es una tarea inmediata que debemos llevar a cabo a nivel nacional.
[1] Ver en el siguiente enlace: https://x.com/LuisCardenasMx/status/1901832339048575089?t=HrxFNvKI9r48G1f7oN31-w&s=19
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