Hacia el 3er aniversario de la guerra en Ucrania


Hacia el 3er aniversario de la guerra en Ucrania


¡Defendamos a Ucrania contra la invasión de Putin! Estados Unidos y Europa Occidental: ¡Fuera sus manos de los recursos de Ucrania! ¡Por un gobierno obrero!


Declaración de la Corriente Comunista Revolucionaria Internacional (CCRI), 21 de febrero de 2025, www.thecommunists.net



1. A medida que se acerca el tercer aniversario de la guerra en Ucrania, la Corriente Comunista Revolucionaria Internacional (CCRI), incluidas sus secciones en Ucrania y Rusia, envía sus saludos al pueblo ucraniano que continúa resistiendo heroicamente contra el imperialismo ruso. A pesar de la enorme superioridad militar del ejército ruso, Ucrania logró detener el intento de Putin de conquistar el país.


2. Junto con nuestros camaradas en Ucrania y Rusia, siempre hemos apoyado la guerra de defensa nacional de Ucrania contra la invasión de Putin. En la primavera de 2022, la CCRI (co)organizó tres convoyes de solidaridad para ayudar a la resistencia ucraniana y participó en una conferencia del Primero de Mayo en Lviv. Apoyamos la lucha de liberación nacional de Ucrania y reconocemos el derecho del país a obtener armas de donde sea posible, incluso de las potencias occidentales. Como bien señalan nuestros camaradas en Rusia, que trabajan en las condiciones más difíciles de una dictadura, una derrota del ejército de Putin debilitaría su régimen bonapartista y mejoraría las condiciones para la lucha democrática y económica de las masas.


3. Al mismo tiempo, siempre hemos señalado el carácter dual de la guerra, ya que la OTAN ha tratado de utilizar el conflicto para sus propios intereses imperialistas contra el rival ruso. Por eso, hemos combinado nuestro apoyo a Ucrania con la oposición a la política de agresión imperialista y armamento de cualquier gran potencia. Del mismo modo, si bien estamos del lado de la lucha militar de Ucrania, rechazamos cualquier apoyo político al régimen burgués, pro occidental y antidemocrático de Zelenski.


4. A pesar de los heroicos esfuerzos del pueblo ucraniano, la soberanía nacional del país está hoy en grave peligro. Los invasores avanzan lentamente en el Donbass y destruyen la infraestructura del país. Al mismo tiempo, los imperialistas occidentales –en particular la administración Trump– están decididos a imponer una devastadora paz dictada en Ucrania. Es evidente que la Casa Blanca quiere llegar a un acuerdo con el Kremlin, ya que reconoce el fin de la hegemonía estadounidense y la necesidad de reducir su alcance global. Al mismo tiempo, Trump y sus codiciosos oligarcas están decididos a explotar descaradamente los recursos de Ucrania, cuyo valor se estima en unos 15 billones de dólares (incluidos grafito, litio, berilio, uranio, tierras raras y otros minerales críticos). Hace unos días, Estados Unidos intentó imponer un acuerdo que les otorga el 50% de los ingresos de Ucrania por minerales, petróleo, gas e infraestructura. Un ex funcionario ucraniano calificó correctamente la propuesta estadounidense de "un acuerdo colonial".


5. Los imperialistas europeos están furiosos porque Trump quiere mantenerlos fuera de las negociaciones de paz y de la influencia futura en Ucrania. Sin embargo, comparten la misma motivación básica con su “aliado”/rival estadounidense: utilizar a Ucrania como amortiguador frente a Rusia y como fuente de materias primas baratas. Esta es la verdadera razón por la que están discutiendo un plan para enviar decenas de miles de soldados a Ucrania.


6. La administración Trump representa un hito en la política estadounidense, ya que reconoce plenamente que Estados Unidos ya no es la potencia hegemónica en el mundo. Esto se ha reflejado en dos grandes acontecimientos. Por un lado, su fracaso en ayudar a Ucrania a ganar la guerra y, por otro, la derrota que acaba de sufrir el gobierno genocida de Netanyahu, a manos de la resistencia palestina en Gaza. Estas dos derrotas, política y militar, se suman al declive económico de largo plazo que se viene produciendo en Estados Unidos. De hecho, Washington ha perdido mucho terreno frente a su mayor rival, el imperialismo chino, que, al apoyar financiera y militarmente a Rusia, es el principal ganador en el conflicto ucraniano.


7. El mayor perdedor entre las grandes potencias son los imperialistas europeos, que, de una forma u otra, se verán obligados a sumarse más activamente a la actual guerra comercial entre EE. UU. y China, tomando partido por uno de los bandos o actuando como polo independiente. Esto último será más que difícil para Europa porque no se trata de un bloque unificado, sino que cada potencia, como Alemania, Francia o Inglaterra, o potencias más pequeñas, como el resto de los estados imperialistas que dominan la UE, tienen sus propios intereses que son contradictorios con los del resto. Estas contradicciones fundamentales resultarán, pase lo que pase, en un deterioro político, social y económico de la Unión Europea. La clase dominante tendrá que enfrentarse a un proletariado experimentado en estos países, por lo que podemos esperar en el período venidero fuertes luchas de clases que podrían desembocar incluso en una situación revolucionaria.


8. Si Trump y Putin logran imponer una paz dictada en Ucrania, representaría una victoria para el imperialismo ruso. Sin embargo, la economía de Rusia ha experimentado enormes dificultades desde el comienzo de la guerra, y se ha vuelto mucho más dependiente de China. Además, Putin acaba de sufrir una importante derrota en Siria, donde su lacayo, Bashar al Assad, tuvo que huir para evitar ser ejecutado por el pueblo revolucionario, abriendo un período de libertades democráticas sin precedentes. Este desarrollo coincidió con la victoria palestina, que también golpea a Rusia, ya que Putin es, como todos los presidentes yanquis, un fiel defensor del Estado sionista. Es posible que el fin de la guerra en Ucrania resulte en rupturas políticas en Rusia, ya que el régimen de Putin se enfrenta a varios desafíos importantes: a) la reconversión de la economía de guerra y las consecuencias negativas para los trabajadores, b) el regreso de cientos de miles de veteranos de guerra amargados y c) el cambio de la situación político-ideológica, ya que el Kremlin ya no tendrá una excusa para abolir los pocos derechos democráticos con el pretexto de la guerra.


9. La inminente paz dictada, impuesta por Trump y Putin, demuestra la bancarrota de la orientación servil de Zelensky al imperialismo occidental. Afirmó que abogar por la membresía de Ucrania en la OTAN y la UE, es decir, convertirla en un representante de los EE. UU. y Europa Occidental, garantizaría la independencia del país. En realidad, esta política pro occidental sólo ha servido a los intereses de una pequeña camarilla de funcionarios y oligarcas que se benefician de la aproximación del país a la OTAN y la UE. Sin embargo, para la mayoría del pueblo ucraniano, esta política sólo significa a) volverse dependiente de las decisiones de política exterior de Washington y Bruselas y b) convertirse en una colonia económica de los piratas occidentales. ¡La política de Zelenski no ha fortalecido, sino más bien debilitado, la independencia nacional del país!


10. Muchos soldados, trabajadores y jóvenes ucranianos han reconocido que no pueden confiar en la OTAN y en Europa Occidental. Una conclusión importante de esto es la creciente popularidad de la exigencia de que Ucrania adquiera armas nucleares para poder disuadir de forma independiente futuras agresiones del imperialismo ruso. Naturalmente, las armas más eficaces contra el imperialismo son la movilización popular y una política internacionalista que apele a las masas oprimidas de otros países (incluida Rusia). Sin embargo, las guerras tienen que librarse con las mejores tecnologías y reconocemos la necesidad de que todas las fuerzas que luchan contra la agresión imperialista obtengan el mejor equipo militar disponible (por ejemplo, Ucrania ya ha logrado importantes avances en el campo de los drones). No hay duda de que Rusia sería más cautelosa al atacar a Ucrania si poseyera armas nucleares. La experiencia de Corea del Norte, que logró cierto poder de disuasión mediante la construcción de armas nucleares, y el enorme temor de Israel y los EE.UU. de que Irán pudiera repetir ese logro, confirman la validez de esa exigencia en los países semicoloniales que se enfrentan a la agresión imperialista. La CCRI siempre ha defendido el derecho de Corea del Norte e Irán a obtener armas nucleares, y apoyamos el mismo derecho en el caso de Ucrania.


11. Nuestros camaradas en Ucrania tienen razón al decir que mientras Zelensky u otros políticos burgueses permanezcan en el poder, Ucrania seguirá atrapada entre el imperialismo ruso y occidental. El camino a seguir es organizar una guerra popular contra el ejército de Putin, romper la subordinación de Ucrania a los EE. UU. y Europa Occidental y eliminar la dominación del país por burócratas corruptos y oligarcas codiciosos. ¿Cómo se puede hacer esto? Derrocando al gobierno de Zelensky y reemplazándolo por un gobierno obrero basado en consejos populares y milicias. Estos consejos populares deben construirse como asambleas democráticas directas de las masas en los lugares de trabajo, barrios, escuelas y universidades, así como entre los soldados.


12. Un gobierno obrero de este tipo debe expropiar a los oligarcas y las corporaciones extranjeras y nacionalizar los sectores clave de la economía bajo el control de los trabajadores. Combatiría la corrupción mediante la creación de consejos populares que controlen todos los departamentos de los servicios públicos. Reemplazaría a la policía por milicias creadas y controladas por consejos populares. ¡Un gobierno obrero de este tipo podría abrir el camino para superar el estatus de Ucrania como semicolonia capitalista y crear una república obrera independiente y socialista!


13. Un gobierno obrero de Ucrania garantizaría la igualdad para todas las minorías étnicas y religiosas del país. Eliminaría todos los obstáculos para el uso de las lenguas nativas en la administración pública y la educación. Libraría una guerra de liberación nacional contra el imperialismo ruso no sobre una base chovinista sino internacionalista. Extendería la mano a las masas de Rusia –incluidas las numerosas minorías nacionales y étnicas– que sufren la brutal dictadura de Putin. Declararía su apoyo internacionalista a las luchas de liberación de otros pueblos oprimidos como los de Chechenia, Palestina o Birmania/Myanmar.


* ¡Abajo la paz dictada! ¡Por una guerra popular para defender a Ucrania contra la invasión de Putin!


* ¡Ninguna subordinación de Ucrania a la OTAN y la UE! ¡No a la venta de los recursos de Ucrania a las corporaciones extranjeras! ¡No al estacionamiento de tropas europeas o de cualquier otro país en Ucrania!


* ¡Abajo todas las potencias imperialistas, la OTAN y la UE, así como Rusia! En todos los conflictos entre estas potencias, los socialistas se oponen a ambos bandos.


* ¡Por un gobierno obrero basado en consejos populares y milicias! ¡Por una Ucrania independiente y socialista!


* ¡Abajo la dictadura bonapartista de Putin! ¡Defendamos los derechos democráticos! ¡Por el derecho a la autodeterminación de todas las minorías nacionales en Rusia! ¡Por una Federación Rusa socialista!

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