Perspectivas sobre la relación México-Estados Unidos

Por Jorge Arboleda, Corriente Comunista Revolucionaria (sección mexicana de la CCRI), 10 de noviembre de 2024.

A pesar de que las encuestas colocaban a Harris en un empate técnico con Trump, pocos dias después de las elecciones, la bancarrota del partido demócrata se hizo evidente, y la victoria de los republicanos debe verse como un castigo a sus contrincantes debido a la negligencia que han tenido con el movimiento de masas, sobre todo en el marco del genocidio que Israel lleva a cabo contra el pueblo palestino con el apoyo de la actual administración Biden-Harris.

En principio, no existe mayor diferencia entre un partido y otro, ambos son caras de una misma moneda y ultimadamente son instrumentos de la clase dominante norteamericana para mantener su poder, pero es de esperarse que existan diferencias en su tactica y estrategia para cumplir este objetivo. En ese aspecto, Trump ha mencionado su intención de reducir las tensiones con Rusia y de llevar a cabo medidas proteccionistas para frenar el avance del imperialismo chino.

De ser así, seguramente existirá una tendencia a presionar más a México para mantenerse del lado de los gringos en su guerra comercial con la gran potencia oriental, así como de tomar medidas más drásticas para detener el flujo migratorio, cumpliendo la orden de convertirnos en una extensión del muro fronterizo militarizado. La administración anterior de Trump influyó mucho en exacerbar el chovinismo dentro del gobierno de AMLO, quien criminalizó las caravanas migrantes, insinuando que eran un complot de los demócratas para desestabilizar al gobierno que encabezaba Trump, y además le prometió al mismo que una forma de frenar la migración a Estados Unidos sería la industrialización de México y Centroamérica para ofrecerles trabajos y disuadirlos de cruzar la frontera norte del país.

El gobierno de López Obrador significó una gran desmovilización de las organizaciones de izquierda y del movimiento de masas en general, después de que este se recuperara de la guerra contra el narco que inició Calderón en 2006, cuando los movimientos sociales se encontraban en su punto más álgido, y también al final del sexenio obadorista, el movimiento de masas ha experimentado una lenta recuperación. En ese contexto, consideramos que puede explicarse la tendencia violenta de los grupos paramilitares que han causado terror en varias zonas del país desde poco antes que terminara el sexenio anterior y en lo que va del sexenio de Claudia Sheinbaum.

El gobierno de Sheinbaum es mucho más débil que el de su antecesor, pues ella no cuenta con toda la historia de la construcción de una imagen como luchadora social que sí tuvo AMLO, lo cual la ha obligado a apoyarse en alianzas con expriistas y expanistas al interior de su partido, así como con el Partido Verde, además de varios personajes sumamente turbios que ocupan puestos clave en la 4T, como el caso de Omar García Harfuch y Altagracia Gómez, por lo que se espera que su administración sea más represora y utilice una retórica menos conciliadora de clase que la anterior, en la que se note una mayor simpatía con el sector empresarial. Esto se ha visto ya en la forma en que los militares están más presentes en el gobierno, pero sobre todo en el repunte que ha tenido la violencia asociada a los cárteles de la droga.

Recordemos que la guerra contra el narco es una intervención imperialista de Estados Unidos para acelerar ciclos de acumulación capitalista en México y Centroamérica, que impone proyectos extractivos e industriales mediante la sangre y el terror con el uso de grupos paramilitares, así como del mismo ejército y policía, por lo que actos como "narco-bloqueos", masacres indiscriminadas y balaceras a plena luz del dia en ciudades grandes pueden entenderse como un intento de prevenir que el movimiento de masas recupere fuerza. Sin embargo, este proyecto no sucede en un vacío, sino que la intención del imperialismo gringo de industrializar masivamente la región al sur de su frontera está ligada con el ascenso de China como gran potencia imperialista, y primer país exportador del mundo, y tiene como objetivo crear un masivo corredor industrial en donde se fabriquen los bienes de consumo que demanda los Estados Unidos, el cual es el principal país importador. Una política más proteccionista frente al avance del imperialismo chino requeriría acelerar este proceso de industrialización de la región, por lo que podemos esperar un aumento en la violencia y en la militarización de México.

Los revolucionarios debemos oponernos a los discursos racistas, misóginos, homofóbicos y supremacistas de Trump y de sus seguidores chovinistas, así como denunciar la complicidad del gobierno mexicano en la política Anti inmigrante de nuestro vecino del norte, pero sobretodo debemos organizar acciones en contra de las políticas sanguinarias del imperialismo gringo, apoyando al movimiento migrantes, a familiares de víctimas de la guerra contra el narco, así como la defensa de las comunidades que enfrentan el hostigamiento de los paramilitares.

Comentarios