Explotación laboral en México. Algunos datos sobre la forma en que las empresas burlan la ley para obtener más ganancias a costa de los trabajadores.

Por Jorge Arboleda, sección mexicana de la CCRI, 17 de julio de 2024.

Uno de los logros en favor de la clase obrera que se ha obtenido de manera reciente ha sido el incremento escalonado del salario mínimo. El gobierno de la 4T se ha jactado de haber hecho los mayores aumentos al salario mínimo de México en muchas décadas, lo cual es real y no se debe de negar. Sin embargo, en primer lugar, esto hay que tomarlo como lo que es: una concesión reformista que tiene como objetivo contener el descontento de las masas; y, en segundo lugar, hay que decir que esto poco ha significado para mejorar la vida de los mexicanos pobres. Si bien, el incremento de 88 pesos en 2018 a 247 pesos en 2024 ha sido una manera de aumentar el nivel adquisitivo de los trabajadores más pobres, sumado, además, de algunos programas sociales como las "becas del bienestar", o la pensión para adultos mayores, esto ha hecho poco para sacar de la pobreza al grueso de la clase obrera mexicana, y en cambio, ha servido más para sostener la propaganda oficial del gobierno.

Muchas de estas becas y pensiones se han sostenido prácticamente con una gran deuda pública que desde 2018 ha ascendido de 11 billones de pesos a 15.43 billones, lo que equivale al 50% del PIB, pero han podido amortiguar la inflación y el aumento en los precios de los combustibles. Sin embargo, el alcance de estos programas sociales es muy limitado, y al final del sexenio se demuestra con un indicador sorprendente, y es que el salario promedio de los trabajadores se ha estancado con respecto al salario mínimo y a la inflación, al grado que muchos trabajadores ganan en promedio menos (¡!) que el salario mínimo ($7,467 pesos al mes en 2024), esto, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI para el primer trimestre de 2024.

Este dato es de suma relevancia para explicar el grado de explotación de la clase obrera mexicana. Durante mucho tiempo, las empresas han utilizado trampas y fraudes para ahorrar impuestos, al margen de la Ley Federal del Trabajo, y uno de los más populares ha sido registrar a los trabajadores ante el IMSS con un salario menor al que realmente les pagan, sin embargo, esto no explica lo suficiente que más de la mitad de los trabajadores ganen como máximo un salario mínimo, como lo indica la  Tabla 1, ya que el método de la encuesta no sugiere que los datos sean tomados directamente del IMSS, sino de los trabajadores mismos.

Tabla 1. Porcentaje de trabajadores por nivel de percepción salarial. [1]

Nivel de percepción salarial                                    No. de trabajadores                     Porcentaje

Hasta un salario mínimo*                                        26,171,102                                   51.05%
Más de 1 hasta 2 salarios mínimos                          18,363,728                                   35.82%
Más de 2 hasta 3 salarios mínimos                          4,627,076                                     9.03%
Más de 3 hasta 5 salarios mínimos                          1,440,842                                     2.81%
Más de 5 salarios mínimos                                       659,947                                       1.29%

Figura 1. Representación gráfica de la Tabla 1.

Es verdad que el trabajo informal representa un importante sector de la economía mexicana, y es por eso que muchos trabajadores pueden estar recibiendo un salario menor al mínimo debido a que no están dados de alta en el IMSS. Sin embargo, no deja de ser un fenómeno que no se había dado antes, y como se puede observar en la Figura 1, la tendencia creciente de los salarios promedio es menor a la del salario mínimo, por lo que el salario promedio formal (es decir, de los trabajadores que están dados de alta en el IMSS), es apenas un 5.53% mayor. Además de todo esto, algunos de estos trabajos son mayormente realizados en ciudades fronterizas, en donde el salario mínimo es de $11,246 pesos, lo cual debería reflejar un promedio incluso mayor para algunos ramos de la industria, pero no es así.

Tabla 2. Salario promedio en el sector formal por giro. [2]

Sector laboral                                                               Salario promedio

Control de almacén                                                       $6,400
Operadores de maquinaria industrial                            $7,350
Trabajadores de oficina                                                 $6,050
Servicios de vigilancia                                                  $5,870
Actividades elementales y de apoyo                             $4,660
Trabajo artesanal                                                           $6,670
Agrícolas y ganaderas                                                   $3,420
Ventas de establecimientos                                           $4,640
Secretarias, capturistas, etc.                                          $6,010
Conductores de vehículos                                             $7,100
Trabajadores de limpieza                                              $5,410
Trabajadores de panificadoras                                      $5,480
Meseros                                                                         $5,160
Cuidadores                                                                    $4,520
Cargadores                                                                    $5,630
Enfermeros y paramédicos                                           $6,440
Ensambladores de p. plásticas                                      $6,260
Ensambladores de p. eléctricas                                     $7,100
Trabajadores de apoyo en industrias                            $4,920
Trabajadores domésticos                                              $4,230

 

Figura 2. Incremento del salario promedio real vs el salario mínimo formal. [3]

En principio, esto podría ser usado por los propagandistas del obradorismo para decir que este aumento al salario mínimo está sirviendo para combatir la desigualdad y la pobreza, y señalar que el crecimiento del salario mínimo es mayor a la inflación, y en parte tendrían razón. Sin embargo, no hay que olvidar que se está violando flagrantemente la LFT, y que se está llevando a cabo un fraude tanto al IMSS como a la Secretaría de Hacienda por parte de las empresas, y, sobre todo, que la única desigualdad que se está combatiendo, es a la desigualdad entre trabajadores precarizados, y no la del nivel de vida que tienen nuestros patrones con respecto a nosotros. Por el contrario, al incurrir en este tipo de trampas, ellos mantienen su tasa de ganancia, manteniendo su tasa de explotación.

Otra forma en la que muchos empresarios hacen esto, es mediante la extensión de la jornada laboral. En México la jornada laboral máxima de 8 horas muchas veces no es respetada por la patronal, ya que hay muchos trabajos en los que la jornada excede dicho horario. La ENOE nos muestra más datos al respecto, ya que la Tabla 4 nos indica el porcentaje de trabajadores que labora más de 48 horas a la semana, y es superior a la cuarta parte del total. Esto, además, sin tomar en cuenta que algunos empleos de 48 horas semanales incluyen dos días de descanso, en lugar de solamente uno.

Tabla 3. Relación de trabajadores por jornada semanal. [4]

Jornada semanal                                                             Porcentaje de trabajadores

Menos de 15 horas                                                          6.15%
De 15 a 34 horas                                                             18.34%
De 35 a 48 horas                                                             49.37%
Más de 48 horas                                                              26.13%

Existe otra trampa más que comienza a utilizarse por parte de varias empresas, la cual no se encuentra indicada en la ENOE, pero que se ha dado a conocer por testimonios de algunos trabajadores en diferentes ramos de la industria. Apenas en 2023 se aprobó una extensión de los días de vacaciones, por lo que se incrementaron de 6 a 12 días desde el primer año, y con un incremento subsecuente hasta los 30 días después de 26 años de trabajo. Esto ha significado un modesto pero importante logro en cuanto al tiempo libre de la clase obrera mexicana, la cual continúa siendo de las que menos días de descanso tiene al año. Sin embargo, apenas un año después de que entró en vigor esta reforma, son varios los casos en los que se reporta que la patronal busca negar los días de vacaciones con pretextos varios, principalmente apelando a que deben ser “autorizados” previamente.

Un ejemplo más de trampa que realizan muchas empresas, con el total aval del gobierno, es que aún existe el outsourcing, a pesar de que en 2021 se anunció la prohibición del mismo, siendo esto solamente fue propaganda carente de contenido, pues a la fecha, la Secretaría del Trabajo reconoce que existen 5.53 millones de trabajadores que se encuentran bajo un esquema de subcontratación, [5] y es que el mismo gobierno emplea bajo subcontratación a muchos trabajadores, especialmente a los que dan servicios de limpieza tanto urbana como en diferentes instituciones, por lo cual ha sido una gran hipocresía por parte de la 4T declarar prohibido el outsourcing, cuando por la vía de los hechos el mismo gobierno contrata mediante ese esquema, y reconoce que aún existen millones de trabajadores en esa situación.

Por último, pero no menos significativo, está la permanencia de los sindicatos charros como otro factor en la explotación de los obreros, pues son sindicatos blancos al servicio de la patronal, y que solamente protestan cuando es favorable directamente a la dirigencia sindical. En ese sentido, ha habido algunas pequeñas victorias contra este tipo de dirigencias gansteriles, pero muchos de estos sindicatos charros cuentan con protección de la Secretaría del Trabajo. Recordamos una discusión entre Trotsky y algunos colaboradores suyos como Charles Curtiss, quien dijo “En todos los países de América Latina, los estatutos de los sindicatos son modelos perfectos de democracia, pero los dirigentes aplican métodos dictatoriales. Todos los sindicatos ofrecen muchas garantías, pero estas no valen nada. Un dirigente puede excluir a quien quiere del sindicato, y el excluido se encuentra en una posición muy, muy desagradable. Incluso no vale la pena apelar la exclusión. La única apelación verdadera sería la de los puños. John L. Lewis, Green y todos nuestros otros dirigentes sindicales norteamericanos no tienen nada que envidiar a la burocracia sindical mexicana.” [5] Estas palabras siguen siendo vigentes en México.

Abusos como estos han sido el pan de cada día para la clase obrera mexicana desde siempre, sin embargo, son pocas las ocasiones en que las autoridades como la Secretaría del Trabajo hacen algo al respecto, y solamente esperan a que los trabajadores actúen por su cuenta ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, lo cual representa siempre un gasto de dinero, tiempo y energía para los trabajadores, con juicios que duran años y después de los que no siempre hay una victoria.

La patronal en México tiene una larga historia de incumplir las leyes laborales, y cada vez encuentran más maneras de hacerlo. Por más que el gobierno se llene la boca de tomar medidas en favor de la clase obrera, al final se hace de la vista gorda cuando las empresas, sobre todo las más grandes, violan la LFT y muchas otras leyes con total impunidad. El proletariado mexicano no puede confiar en que el gobierno por decreto nos brinde justicia y mejora en nuestras condiciones materiales, sino que es una tarea que corresponde a nosotros mismos realizar, y para ello es necesario un movimiento obrero nacional fuerte y organizado. Más aún, es urgente una dirección revolucionaria para acabar con nuestra explotación, y la creación de un partido de los trabajadores, completamente independiente de la clase que nos explota y de sus esbirros en los partidos políticos burgueses.

¡Por un movimiento obrero nacional!

¡Por un partido revolucionario de la clase obrera!



[1] Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI 1T 2024. *Se incluyen los trabajadores que declararon no percibir remuneración y se excluyen los que no especificaron.

[2] Elaboración propia con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI 1T 2024.

[3] Ídem

[4] Datos sobre ocupación de la Secretaría de Economía obtenidos por la misma ENOE, https://www.economia.gob.mx/datamexico/es/explore?profile=occupation&tab=2. No se incluyen a los que se declararon sin horario laboral, ni a los que no especificaron su jornada laboral.

[5] Ver sobre est, p. ej. en María del Pilar Martínez: México tiene 5 millones de empleados subcontratados en Servicios Especializados, en El Economista, 3 de septiembre de 2023, https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Mexico-tiene-5-millones-de-empleados-subcontratados-en-Servicios-Especializados-20230903-0076.html

[6] Discusión sobre América Latina: Resumen estenográfico de una discusión en Coyoacán entre Trotsky, Curtiss y los guardias norteamericanos de Trotsky (4 de noviembre de 1938), en León Trotsky. Escritos Latinoamericanos, Ed. IPS, Buenos Aires, p. 133


Comentarios

  1. Hola, este artículo me llamo mucho la atención y algo que también me gustaría mencionar o preguntar si es válido de las empresas, es como por ejemplo en mi empleo ya no aceptan las recetas médicas del IMSS para justificar faltas y agregarlas como permisos sino que te las agregan directamente como vacaciones, no te dan opción es eso o falta, lo hablé con mi sindicato y me dijeron que como tengo muchas vacaciones no podían ponerlo como permiso sin goce de sueldo. Entonces de que sirve tener más días de vacaciones ahora sí nos las van a quitar cada vez que vayamos al médico

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