Declaración de la Corriente
Comunista Revolucionaria Internacional (CCRI), publicada conjuntamente por la
Liga Socialista Internacionalista (Sección de la CCRI en Israel/Palestina
ocupada) y el Buró Internacional de la CCRI, 29.07.2024, https://the-isleague.com/ y www.thecommunists.net
1. En los próximos días, sino
horas, Israel lanzará muy probablemente una ofensiva militar masiva contra el
Líbano. Será otra guerra bárbara del estado terrorista sionista, y es deber de
las masas populares apoyar al Líbano y su resistencia.
2. El gobierno de Netanyahu
intenta justificar su agresión con el trágico suceso de Majdal Sham en la zona
de los Altos del Golán ocupada por Israel, donde partes de un cohete mataron a
12 personas (en su mayoría niños). ¡Es una hipocresía escandalosa, incluso para
los estándares sionistas! En primer lugar, Hezbolá ha negado rotundamente su
responsabilidad por el ataque con cohetes. ¡Y, de hecho, por qué habrían tenido
como objetivo un partido de fútbol de niños drusos sirios! Desde el comienzo
del conflicto militar, Hezbolá no ha realizado ningún ataque de ese tipo. Por
supuesto, no se puede excluir que un cohete se desviara de su curso debido a
las actividades de defensa aérea israelí. Además, Majdal Sham está situado en
los Altos del Golán y este trágico incidente no habría ocurrido si Israel no
hubiera ocupado y anexado este territorio en 1967 y 1981. Y, en cualquier caso,
¿quién diablos es Israel para dar lecciones a nadie sobre crímenes de guerra?
¡Israel es un asesino en serie que comete el peor genocidio del siglo XXI y que
ataca y mata deliberadamente a niños palestinos todos los días en Gaza!
¡Alrededor de 16,000 niños ya han sido masacrados por el monstruo sionista en
los últimos 9 meses!
3. De hecho, el gobierno de
Netanyahu sólo está buscando una excusa barata para librar una guerra en toda
regla contra el Líbano. Este gobierno de extrema derecha, que se enfrenta a una
enorme crisis interna, intenta desesperadamente prolongar su existencia
continuando el genocidio en Gaza y provocando la guerra con el Líbano. El
Estado sionista se enfrenta a una crisis gigantesca, ya que ha perdido su
prestigio y su capacidad de disuasión en la región después del 7 de octubre,
por el fracaso del llamado cuarto ejército más fuerte del mundo para derrotar a
la heroica resistencia palestina en la pequeña Franja de Gaza, por su
incapacidad para detener a las fuerzas propalestinas en el Líbano, Yemen e Irak
para lanzar acciones armadas de solidaridad, por su descrédito y aislamiento
internacionales sin precedentes, por su tremenda crisis política interna, etc.
4. En una situación tan
desesperada, Israel actúa como un monstruoso síndrome de Munchausen que intenta
escapar de su caída tirando de sus pelos. Libra una guerra tras otra y espera
restablecerse como potencia regional dominante, ya que toda su existencia se
basa en la superioridad militar absoluta contra los cientos de millones de
árabes y musulmanes de la región. Por supuesto, la élite política de Israel es
plenamente consciente de que Israel no puede tener éxito en esto por sus
propios medios. Por lo tanto, los sionistas tratan de arrastrar al imperialismo
estadounidense a una guerra regional contra los enemigos de Israel. Sin
embargo, aunque Munchausen tuvo éxito en su cuento de hadas, en el mundo real,
Israel no puede escapar de su decadencia. Es odiado y despreciado por cientos
de millones de árabes y musulmanes y todas las personas justas en todo el mundo
y su existencia como estado colonizador reaccionario y cabeza de puente del
campo imperialista occidental en decadencia se vuelve cada vez más precaria. Es
revelador que incluso los tribunales de la CIJ y la CPI creados por los
imperialistas hayan dictado sentencias contra el Estado sionista bajo la
presión global de las masas, sentencias que acogemos con satisfacción sin dar
ningún apoyo a estas instituciones.
5. Es evidente que una guerra en
toda regla del Estado sionista contra el Líbano podría desencadenar una guerra
en todo Oriente Medio, involucrando a actores de varios países, incluido el
propio Irán, la potencia regional más importante detrás de Hezbolá.
Seguramente, ninguna potencia imperialista, excepto Israel, desea un escenario
así, incluido Estados Unidos, que se enfrenta a elecciones presidenciales en
unos meses y donde todos los actores principales (Biden, Harris y Trump)
quieren que Israel evite tal escalada y ponga fin a la guerra. Sin embargo, no
se puede excluir que los fanáticos sionistas logren provocar una guerra
regional en toda regla que podría llevar a Washington, en contra de sus
intenciones, a una confrontación tan importante.
6. Curiosamente, incluso el
presidente turco Recep Tayyip Erdoğan ha dicho que su país podría emprender
acciones militares contra Israel. “Debemos ser muy fuertes para que Israel
no pueda hacer estas cosas ridículas a Palestina. Tal como entramos en Karabaj,
tal como entramos en Libia, podríamos hacer algo similar a ellos. No hay
ninguna razón por la que no podamos hacerlo… Debemos ser fuertes para poder
tomar estas medidas”. Por supuesto, se trata de retórica demagógica, ya que
Erdoğan ha mantenido relaciones comerciales con Israel durante muchos años y
las interrumpió hace solo unos meses bajo la enorme presión de su base popular.
De hecho, tales amenazas también reflejan la indignación de las masas contra el
estado terrorista sionista.
7. Los partidarios de la lucha de
liberación palestina deben tomar la palabra del presidente turco al pie de la
letra y exigirle que transforme sus palabras en hechos, es decir, que emprenda
acciones reales contra Israel y proporcione a la resistencia palestina un apoyo
efectivo, ¡desde ayuda hasta armas! Un primer paso importante sería que Erdoğan
detuviera el flujo de petróleo y gas de Azerbaiyán a Israel a través del
oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan o del gasoducto Trans-Anatolia. Sin ese petróleo
y ese gas, Israel difícilmente podría continuar su guerra por mucho tiempo.
8. La Corriente Comunista
Revolucionaria Internacional (CCRI) y su sección en Israel/Palestina
ocupada –la Liga Socialista Internacionalista– llaman a la defensa
militar del Líbano y a la derrota del monstruo sionista. Asimismo, reiteramos
nuestro apoyo incondicional a la heroica lucha de la resistencia palestina. Al mismo
tiempo, no prestamos apoyo político a Hamás ni a otras organizaciones
nacionalistas o islamistas pequeñoburguesas. Esto es aún más cierto en el caso
de Hezbolá, cuyo liderazgo ha desempeñado un vergonzoso papel al apoyar la
tiranía reaccionaria de Assad en Siria y la dictadura capitalista de los Mullah
en Irán. Sin embargo, en cualquier confrontación militar con Israel – un estado
imperialista de apartheid y colonos – nos ponemos del lado de los países árabes
y musulmanes (incluidos Irán y Turquía), que son todos semicolonias
capitalistas.
9. Frente a otra agresión bárbara
del estado sionista, es particularmente crucial que el movimiento obrero y
popular internacional redoble su apoyo a la lucha de liberación palestina. Las
actividades globales para boicotear al estado sionista deben intensificarse por
todos los medios necesarios – desde el bloqueo de cualquier entrega de armas,
el boicot económico y financiero hasta la ruptura de cualquier vínculo de las
universidades con Israel. Del mismo modo, debemos fortalecer la lucha contra
cualquier líder pro-sionista dentro del movimiento obrero. En los países
árabes, las masas necesitan forzar el fin de cualquier intento de
“normalización” con el monstruo sionista. Egipto debe romper el asedio,
enfrentarse al ejército israelí y ayudar a los hermanos y hermanas de Gaza.
10. La CCRI reitera que el único
camino a seguir es la destrucción revolucionaria del Estado israelí del
apartheid y la creación de una Palestina libre y roja desde el río hasta el
mar. Un Estado palestino único, laico y democrático permitiría a todos los
refugiados regresar a sus hogares. Al mismo tiempo, garantizaría la igualdad de
derechos culturales y religiosos para todos los ciudadanos (incluida la minoría
judía). Debe ser una república de trabajadores y campesinos como parte de
una federación socialista del Medio Oriente. Como parte de un levantamiento
revolucionario de las masas árabes, será posible separar a un sector
progresista de los trabajadores y jóvenes judíos israelíes del sionismo. ¡La
CCRI llama a todos los socialistas a unirse a nosotros en la construcción de un
Partido Revolucionario Mundial comprometido con la causa de la
liberación del pueblo palestino y de todos los demás pueblos oprimidos!
Comentarios
Publicar un comentario