¡No a la intervención imperialista en Haití!

Declaración de la Corriente Comunista Revolucionaria Internacional (CCRI), 4 de marzo de 2024, www.thecommunists.net 


Haití fue el primer país que se independizó en América Latina, la revolución haitiana precedió a todo el proceso independentista que dio lugar al desarrollo capitalista en América Latina. Pero este desarrollo fue, en relación al capitalismo, en otros países, tardío y nunca rompió de forma definitiva con la injerencia imperialista, lo cual determinó que todos nuestros países pasen de ser colonias a ser naciones semicoloniales.


Haití no fue una excepción a esta regla, sino que se convirtió en la expresión más brutal de la dependencia y la injerencia imperialista sobre un pueblo. “El Banco Mundial, recordó el informe, estima que en 2023 es probable que la pobreza llegue al 34% y al 63% de los hogares y el 40% de la población -más de 4,35 millones de haitianos- padecen inseguridad alimentaria aguda, lo que afecta en particular a los niños y que se debe no sólo al déficit de producción local, sino a la disfunción de la cadena de suministro del mercado, ‘consecuencia directa de la inseguridad’“ (Página 12, 24.01.2024)


El 7 de febrero debía marcar la investidura del primer líder haitiano elegido democráticamente desde el asesinato de Jovenel Moïse en julio del 2021. Sin embargo, el país se encuentra sumido en una crisis múltiple y el primer ministro de facto, Ariel Henry, enfrenta protestas por no cumplir su promesa de apartarse del poder.


Ante un proceso de descomposición política y social, con el accionar de bandas de lumpenes que enfrentan al gobierno pero también masacran a la población, las potencias imperialistas buscan intervenir para sostener al gobierno de Henry y sumir aún más en la miseria al pueblo y los trabajadores. Esto no es una casualidad, ya que el actual primer ministro no fue elegido por el pueblo haitiano, sino impuesto por las potencias imperialistas que integran el llamado Core Group (grupo central).


El Core Group está formado por los embajadores de EE.UU., Francia, España, Brasil, Alemania, Canadá, la UE, así como los representantes de la ONU y de la OEA. Este grupo fue inicialmente establecido como un ente facilitador de la labor de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), desplegada entre 2004 y 2017, pero en la práctica sirve para consensuar las posiciones políticas de las potencias en relación a Puerto Príncipe.“ (DW, 18.07.2021)


El año pasado, buques de guerra canadienses se apostaron en las costas haitianas, con el pretexto de mantener la seguridad ante la crisis social del país, también en 2023 la ONU aprobó la intervención de Kenia en Haití, con el envío de tropas policiales, un contingente de 5000 efectivos que aún no desembarcó en el país caribeño, pero que de hacerlo será una contribución al desplome y la descomposición social, ya que los policías kenianos son reconocidos por su brutalidad, los mismos organismos que responden a las potencias imperialistas, como amnistía internacional, reconocen miles de asesinatos extrajudiciales, cometidos por la policía de Kenia.


Esta mas que claro que el incremento de la intervención imperialista en Haití no servirá para apaciguar el actual conflicto y mucho menos para garantizar una salida realmente democrática, que mejore la situación del pueblo haitiano. Es por eso que desde la CCRI, nos pronunciamos en contra de toda intervención imperialista en Haití, pero también contra el gobierno de facto, títere de las grandes potencias, de Ariel Henry. Una salida verdaderamente democrática sólo será posible, rompiendo los lazos con todas las potencias imperialistas que hoy se reparten Haití, que solo puede ser llevada a cabo por un gobierno de los trabajadores y el pueblo.


¡Fuera la intervención imperialista en Haití! ¡Abajo la dictadura de Henry!

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