¿Quiénes somos?


La Corriente Comunista Revolucionaria Internacional (CCRI) es una organización combativa revolucionaria que lucha por la liberación de la clase obrera y todos los oprimidos. La CCRI tiene secciones nacionales en numerosos países. La clase obrera está compuesta por las y los trabajadores, así como sus familias, quienes están forzados a vender su fuerza de trabajo como asalariados a los capitalistas. La CCRI se basa en la teoría y la práctica de los movimientos obreros revolucionarios asociados con los nombres de Marx, Engels, Lenin y Trotsky.

El capitalismo pone en peligro nuestras vidas y el futuro de la humanidad. El desempleo, la guerra, los desastres medioambientales, el hambre y la explotación son parte de la vida diaria bajo el capitalismo; así como lo son la opresión imperialista a las naciones, la opresión nacional de los migrantes y la opresión de las mujeres, los jóvenes y los homosexuales. Por esto queremos eliminar el capitalismo.

La liberación de la clase obrera y de todos los oprimidos solo es posible en una sociedad sin clases, sin explotación y ni opresión; esa sociedad solo puede ser establecida internacionalmente. Por lo tanto, la CCRI pelea por una revolución socialista aquí y en todo el mundo. Esta revolución debe ser conducida y llevada a cabo por la clase obrera, pues solo ésta clase tiene el poder colectivo de derribar la clase dominante y construir una mundo socialista. La revolución no puede ser pacífica porque la clase dominante nunca ha entregado y nunca entregará voluntariamente su poder. Entonces, por necesidad, el camino de liberación incluye rebelión armada y guerra civil en contra de los capitalistas.

La CCRI pelea por el establecimiento de repúblicas obreras y campesinas, donde los oprimidos se organicen en concejos elegidos democráticamente en reuniones comunes y corrientes en las fábricas, los barrios y las escuelas. Estos concejos a su vez, elegirán y controlarán el gobierno y todas las demás autoridades, asimismo conservarán siempre el derecho de recuperarlos.

El auténtico socialismo y comunismo no tiene nada que ver con el llamado “socialismo” que gobernó la Unión Soviética y el este de Europa; y que continúa gobernando en China y Cuba, por ejemplo. En estos países el proletariado fue y es dominado y oprimido por una burocracia de partido privilegiada.

Bajo el capitalismo, la CCRI apoya todos los esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de los obreros y oprimidos, mientras, simultáneamente tratamos de derribar este sistema basado en la explotación de las masas. Para este fin, trabajamos, desde y en el interior, de los sindicatos en los que defendemos la lucha de clases, el socialismo y la democracia obrera. Pero los sindicatos y la social democracia están controladas por una burocracia perniciosa conectada con el estado y el capital mediante estatus, empleos bien remunerados y otros privilegios. De ésta manera la burocracia sindical está lejos de los intereses y las condiciones de vida de sus miembros, ya que se basa en la parte superior, en las capas privilegiadas de la clase obrera -una aristocracia laboral- que no tiene interés real en la sustitución del capitalismo. Por lo tanto, la verdadera lucha por la liberación de la clase obrera, la caída del capitalismo y el establecimiento del socialismo, debe estar basada en la amplia masa del proletariado, en lugar de sus “representantes” provenientes de los estratos superiores sindicales.

Peleamos por la expropiación de los terratenientes así como por la nacionalización de la tierra y su distribución a los campesinos pobres y sin tierra. Para lograr este objetivo, luchamos por una organización independiente de trabajadores rurales.

Apoyamos los movimientos de liberación nacional contra la opresión. Apoyamos las luchas antiimperialistas de los pueblos oprimidos contra las grandes potencias. Dentro de estos movimientos abogamos por un liderazgo revolucionario como alternativa a las fuerzas nacionalistas o reformistas.

Mientras que la CCRI se esfuerza por la unidad de acción con otras organizaciones, somos muy conscientes de que las políticas de los socialdemócratas y de los grupos pseudo revolucionarios son peligrosas, y en última instancia representan un obstáculo para la emancipación de la clase obrera, los campesinos y oprimidos.

En las guerras entre estados imperialistas tomamos una posición de derrotismo revolucionario: no apoyamos ningún lado, sino más bien abogamos por la transformación de la guerra en una guerra civil contra la clase dominante en cada uno de los estados en guerra. En las guerras entre estados imperialistas (y sus títeres) y países semi-coloniales estamos en favor de la derrota de los primeros y la victoria de los países oprimidos.

Como comunistas, mantenemos que la lucha contra las opresiones nacionales y todos los tipos de opresión social (mujeres, jóvenes, minorías sexuales etc.) deben ser dirigidas por la clase obrera, porque solo ésta es capaz de fomentar un cambio revolucionario en la sociedad. Por lo tanto, apoyamos consecuentemente los movimientos revolucionarios basados en la clase obrera y de los socialmente oprimidos; mientras que, nos oponemos a la dirección de las fuerzas pequeño burguesas (feminismo, nacionalismo, islamismo etc.), quienes últimamente danzan al tono de los capitalistas; nosotros luchamos por reemplazarlos con una dirección comunista revolucionaria.

Solo con el liderazgo de un partido revolucionario la clase obrera puede ser victoriosa en su lucha por la liberación. El establecimiento de tal partido y la realización de una revolución exitosa, como lo demostraron los Bolcheviques en Rusia con Lenin y Trotsky, continúan siendo los modelos para los partidos revolucionarios y las revoluciones en el siglo XXI.

¡Por nuevos partidos obreros revolucionarios en todo los países! ¡Por la 5ta Internacional Obrera basada en un programa revolucionario! ¡Únete a la CCRI!

¡No hay futuro sin socialismo!

¡No hay socialismo sin revolución!

¡No hay revolución sin un partido revolucionario!

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